Sobre la cirugía dental alveolar
Sean bienvenidos a nuestro blog. En el artículo de hoy, trataremos el tema de la erupción y surgimiento de los dientes en nuestra boca, de los problemas que pueden llegar a acarrear y de cómo solucionarlos a través de la cirugía ortodóncica. Es decir, explicaremos la técnica de la cirugía dental alveolar.
Comencemos por abordar ciertas nociones básicas que saldrán a lo largo de toda esta disertación. Para ello, debemos definir, en primer lugar, que se entiende por alveolos dentales.
Llamamos alveolos dentales a la cavidad o hueco presente en el hueso maxilar y que tiene como cometido albergar y encajar en ella a cada uno de los dientes de nuestra boca. El hueso alveolar es, por tanto, la parte de los huesos maxilares que forman y sostienen a los alveolos dentarios.
La función primordial de este hueso es alojar y contener en él las piezas dentales por medio de cada alveolo individual. Gracias a él, los dientes quedan sujetos y firmes, y nos permiten realizar acciones tales como la masticación, la fonación o la deglución de alimentos, entre otras.
Además de los indicado, el hueso alveolar se encarga de proteger las terminaciones nerviosas y los vasos sanguíneos capilares, amén de funcionar también como reserva de calcio para la formación de los dientes.
De todo lo dicho, se extrae la gran importancia que tienen los alveolos dentales para el desarrollo correcto de nuestras piezas dentales. Pero además, ante la necesidad de que nos extraigan algún diente o que nos apliquen algún tratamiento de índole quirúrgico o implantológico, es de vital importancia que no se produzcan daños irreversibles en el hueso alveolar.
Es por eso que los cirujanos orales y maxilofaciales están especializados en la extracción de las piezas dentales de la forma más segura e indolora posible, y prestan especial atención a la preservación del hueso alveolar.
¿Qué se entiende por dientes impactados?
Cuando se hace referencia a “dientes impactados o incluido” estamos hablando de aquellas piezas dentales que no han terminado de emerger completamente en la arcada dentaria. Podemos decir que tener un diente impactado significa que este no ha erupcionado de manera correcta. Este fenómeno puede afectar tanto a los dientes de leche como a los dientes permanentes en el momento de su erupción.
Cuando se presentan, estos problemas suelen ser frecuentes en el tercer molar, las conocidas como también como “muelas del juicio”. Estas piezas dentales quedan impactadas en la parte posterior de la mandíbula, pudiendo llegar a desarrollar infecciones dolorosas, entre otras dolencias. Es por ello que suelen extraerse con el objeto de evitar estas complicaciones a posteriori.
Otra de los dientes que suele dar problemas a la hora de desarrollarse son los denominados “cúspides maxilares”. Se trata de un diente crítico dentro del arco dental y juega un papel importante en la acción de morder. Normalmente, los dientes cúspides maxilares son los últimos de los dientes frontales en erupcionar. Surgen a la edad de trece años aproximadamente, cerrando los espacios que quedan entre el resto de dientes frontales.
La importancia de detectar a tiempo este problema
A las piezas dentales que sufren de impactado les cuesta más trabajo erupcionar en su posición correcta. La edad de la persona es también una variable a considerar, ya que cuanto mayor se es, es más difícil que erupcionen bien, incluso habiendo espacio suficiente para ello.
Por este motivo, es muy recomendable que se realice una radiografía panorámica, junto con un examen dental, a todos los pacientes dentales alrededor de los siete años de edad para contar los dientes y determinar si hay problemas con la erupción de los dientes adultos. Este examen lo realiza normalmente su dentista general, que le remitirá a un ortodoncista si se identifica algún problema o anomalía.
En el caso de detectarse alguna complicación relativa a este problema, es posible que el paciente necesite ser derivado a una cirujano bucodental, para proceder con la extracción de los dientes de leche que siguen retenidos y los dientes adultos que estén bloqueando el proceso normal de erupción de los dientes. También será necesario retirar cualquier diente supernumerario que suponga un obstáculo para el desarrollo normal de la dentadura.
Proceder de esta manera permitirá la erupción adecuada de los dientes impactados de manera natural. En pacientes de mayor edad, este problema puede provocar la fusión dentaria en una misma posición. La única solución aquí consiste en proceder a la extracción de conglomerado dentario y sustituirlo por un implante artificial. De ahí que sea tan importante la detección precoz de esta patología en niños pequeños, cuando aún se puede solucionar de forma más sencilla.
¿Qué hacer si un diente no se desarrolla como debería?
Aunque cada caso es particular y se debe estudiar por separado para emitir el correcto diagnóstico. En el supuesto de que estos dientes primordiales (en especial, los caninos superiores) no erupcionen de manera espontánea y natural, lo más aconsejable es realizar una intervención odontológica.
Este es un trabajo que implican acciones y tratamientos tanto del ortodoncista como del cirujano bucodental. Lo más habitual es que se deban de poner brackets o aparatos de ortodoncia para forzar la movilidad de las piezas dentales y abrir el espacio necesario para que el diente impactado pueda desplazarse a su posición correcta.
Tras conseguir el hueco necesario, se procederá a realizar una intervención quirúrgica por el cirujano dental. Para ello debe levantarse la encía en la zona del diente impactado, exponiendo a la vista así al diente oculto debajo. Si este diente sigue siendo de leche, se retira sin más. Si no, se deberán emplear unos brackets para fijar el diente y provocar que erupcione y ajuste en su posición ideal.
Una vez que se ha conseguido mover el diente a su posición final, debemos asegurarnos de que la zona de la encía que lo envuelve permita la acción de masticar con normalidad. En caso de no ser así, se necesitará realizar una segunda intervención quirúrgica para incrementar el volumen del tejido de la encía sobre el diente reubicado a fin de que sea funcional y no de problemas más adelante. Esperamos haber resuelto y aclarados sus dudas sobre la cirugía dental alveolar. ¡Nos vemos en el siguiente artículo!
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