Bienvenidos al Blog de Séptima Dental. En esta ocasión hablaremos de la erosión dental, qué es y como puede prevenirla prevenirla. Cuando hablamos de erosión dental nos referimos a la pérdida o el desgaste del tejido óseo que forma los dientes. Para diferenciarlo de otras afecciones dentales, debemos aclarar que dicha erosión no es causada por la presencia de la placa dental o de microorganismos bacterianos.
La erosión dental es un grave problema, ya que la pérdida del tejido duro del diente suele ser irreversible. Más allá de las consecuencias estéticas y los problemas de salud bucodental asociados a la misma, esta actividad erosiva puede provocar una hipersensibilidad dental extrema y la eventual pérdida de los dientes afectados.
Entonces, ¿qué causa la erosión dental? Existen múltiples factores que pueden provocarla y que explicaremos en el siguiente artículo. Para ello, comenzaremos por separarlas entre causas intrínsecas y extrínsecas. A continuación, desarrollamos con más detalle las principales causas que pueden llegar a provocar la erosión dental.
Hablemos de las causas intrínsecas
Cuando hacemos alusión a las causas intrínsecas, nos referimos a aquellas que provocan la erosión dental debido a la presencia de ácidos gástricos dentro de la boca, como consecuencia de regurgitaciones o vçomitos. Si esta presencia de ácidos supera la capacidad de amortiguación de la saliva, que actúa como sustancia neutralizadora, y no se aplican medidas para paliar esto, podemos llegar a tener un problema de salud dental importante.
Los ácidos provenientes del estómago pueden llegar a la cavidad bucal por diversas causas. Veamos por qué motivos pueden llegar y qué consecuencias pueden tener en la salud de nuestros dientes.
EL REFLUJO GASTROESOFÁGICO
Suele ser habitual, sobre todo cuando se come exceso, que se produzcan regurgitaciones de ácidos estomacales debido a los típicos eructos tras una comida copiosa. Sin embargo, esto que puede ser algo normal y casi inocuo para la mayoría de las personas, es especialmente dañino para aquellas que sufren de reflujo gastroesofágico crónico.
Durante el sueño, la producción de saliva se reduce de manera drástica, y si a eso le añadimos que no se realizan degluciones conscientes y que en la posición de tumbado, los líquidos permanecen más tiempo en la boca, se entiende que esta aflicción pueda llegar a ser un problema. Los dientes están más tiempo en contacto con los ácidos estomacales y, en consecuencia, el deterioro de los mismos se acelera peligrosamente.
La bulimia nerviosa
Este trastorno de carácter alimentario hace que la persona afectada se provoque el vómito de manera intencional como medio para mantener el peso corporal deseado. Si ya de por sí es una patología grave, agregarle a esto los perjuicios dentales erosivos producidos por la presencia de los jugos gástricos en la boca aun lo hace más pernicioso.
El alcoholismo crónico
Como en el caso anterior, se trata de una enfermedad de extrema gravedad por sí misma, cuyos daños colaterales provocan aún más daño en la salud de la persona afectada. Los frecuentes vómitos y el incremento de la regurgitación de quienes padecen alcoholismo, unido a los efectos que suelen producir el consumo de estas bebidas de carácter ácido, acentúan sobremanera la erosión de las piezas dentales.
El embarazo
El aumento de la presión intraabdominal durante el embarazo puede dar lugar a un aumento del reflujo gástrico, lo que provocaría la presencia del mismo en la cavidad oral. Estos casos, por fortuna, son poco frecuentes y de todas las causas intrínsecas es la que menor presencia tiene. Salvo que el vómito sea crónico, como en el caso de la hiperémesis gravídica, no suele ser uno de los principales motivos para que se produzca erosión en los dientes.
¿Cuáles son las causas extrínsecas?
La principal diferencia entre las causas de tipo extrínseco e intrínseco es que las segundas están relacionadas con una causalidad más periférica, cuyo origen se debe a factores externos como la dieta que llevamos, nuestras rutinas diarias o ciertos efectos de carácter ambiental. Veamos cuales son las principales causas extrínsecas responsables de la erosión dental.
El consumo de bebidas
Tomar con frecuencia y en exceso refrescos, bebidas deportivas o zumos de fruta de carácter ácido es una de las más importantes causas de erosión dental. Estas bebidas poseen un Ph de bajo valor (entre 2 y 3,5) muy acidificado y afectan de manera directa a la superficie dental, provocando desgaste y erosión en la misma.
Varios estudios recientes respaldan la hipótesis de que los ácidos alimentarios son uno de los principales factores que contribuyen a la erosión dental. En especial, las bebidas carbonatadas y los zumos de cítricos, colaboran en gran medida a que se produzca este desgaste, si se consumen de manera constante y excesiva.
Nuestro estilo de vida
A veces, un estilo de vida que a priori puede parecer perfecto y saludable, tiene sus pequeños inconvenientes. Practicar ejercicio físico es altamente recomendable, pero como cualquier otra actividad, los extremos nunca son buenos.
El consumo excesivo de frutas altamente ácidas y de bebidas deportivas, en combinación con la disminución del flujo salival y la deshidratación debida a una actividad atlética extrema puede aumentar el riesgo de erosión. La solución está, como siempre, en el término medio.
Efectos de la industria y otras instalaciones
Los ácidos industriales transportados por el aire han estado implicados en la erosión dental de los trabajadores de las fábricas, especialmente en las plantas de municiones, baterías y fertilizantes.
Se sabe también que los nadadores que frecuentan piscinas cloradas han aumentado los niveles de erosión, lo que se atribuye a la disminución del equilibrio del pH del agua.
¿Cómo podemos prevenir la erosión dental?
Dado que la erosión dental es un proceso irreversible, se hace necesario tratar de evitar aquellos factores que la afectan de forma negativa, Una buena prevención de estas acciones perniciosas, junto con cambios en nuestra dieta y estilos de vida, se hace fundamental para poder paliar en lo posible los efectos de esta dolencia.
Se ha comprobado que la leche y el yogurt no azucarado pueden tener un efecto protector contra la erosión debido a su alto contenido en calcio y fosfato. El flúor puede también contribuir a la remineralización del esmalte.
En general, para evitar un desgaste de sus piezas dentales, evite las bebidas ácidas. Es muy recomendable beber agua mientras se come o enjuagar la boca con agua después de consumir bebidas ácidas, caramelos o alimentos.
En el caso de producirse vómitos, enjuáguese la boca con agua, con una solución de bicarbonato de sodio o con algo de leche. La saliva también ayuda a amortiguar y eliminar los ácidos, por lo que mascar chicle puede colaborar a proteger los dientes de la erosión incrementando la segregación de saliva.
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