Es bien conocido que las enfermedades de las encías pueden perjudicar enormemente la salud bucodental, pero ¿sabía que las mujeres corren mayor riesgo de padecerlas que los hombres? Sabemos que no es porque sean menos propensas a practicar el cuidado bucal, o a someterse a revisiones y limpiezas rutinarias. Más bien, se debe a la forma en que los cambios hormonales de las mujeres afectan a su salud bucodental, y por lo tanto, a su capacidad para combatir enfermedades como la infección de las encías.
En este artículo, veremos la relación entre la salud bucal de las mujeres y sus cambios hormonales, y cómo esto, afecta a las enfermedades de las encías. También veremos qué medidas poner en marcha para prevenir y tratar estas afecciones.
A lo largo de su vida, tanto hombres como mujeres atraviesan diversas etapas, aunque las mujeres experimentan cambios hormonales únicos durante la pubertad, el embarazo y la menopausia. Estos cambios pueden afectar la irrigación del tejido gingival y la respuesta del organismo frente a toxinas, lo que favorece la aparición de problemas bucodentales como enfermedades periodontales.
Durante estos períodos de cambios hormonales, las mujeres son susceptibles de tener peor salud bucodental, en concreto respecto a las enfermedades de las encías. Esto se debe a que las encías se vuelven más sensibles a las bacterias, o por ejemplo, también por el uso de anticonceptivos orales, que puede aumentar aún más este riesgo.
Si es mujer y propensa a las enfermedades de las encías, debe tener en cuenta que la afección puede empeorar durante estas etapas. Por ello, es fundamental prestar más atención a su salud bucal y tomar medidas para prevenirlas.
Es importante tener en cuenta cuatro etapas principales de la vida cuando se trata de la enfermedad de las encías. Estas etapas incluyen:
Durante la pubertad, un mayor nivel de hormonas, como la progesterona y posiblemente el estrógeno, provoca un aumento de la circulación sanguínea en las encías. Esto puede causar un aumento de la sensibilidad de las encías y provocar una mayor reacción a cualquier irritación, incluidas las partículas de alimentos y la placa. Durante este tiempo, las encías pueden inflamarse, enrojecerse y sangrar al practicar el cuidado bucal.
Durante la menstruación, algunas mujeres pueden experimentar gingivitis. Esta afección se manifiesta con encías sangrantes, enrojecidas e hinchadas, así como llagas en la cara interna de la mejilla. La gingivitis menstrual tiende a surgir justo antes del período y suele desaparecer una vez que este ha comenzado.
Además, antes de la menstruación, es posible que se observen síntomas como encías inflamadas, lesiones, aftas e inflamación de las glándulas salivales. Estos síntomas pueden atribuirse al aumento de progesterona que se experimenta en este período del ciclo menstrual.
En este mismo blog hemos tratado ampliamente cuáles son los síntomas, tratamiento y prevención de las úlceras o aftas bucales y también su relación con los cambios hormonales y el empeoramiento de la salud bucodental.
El embarazo es una de las etapas donde estos cambios se manifiestan de manera más evidente. Durante este periodo, el incremento en los niveles de estrógeno y progesterona puede desencadenar una serie de alteraciones en la salud oral, incluyendo la gingivitis gravídica, granuloma del embarazo, y enfermedad periodontal, temas que ya hemos tratado también en este blog.
Estas hormonas estimulan la respuesta inflamatoria en los tejidos gingivales, lo que puede empeorar la condición de enfermedades preexistentes o inducir nuevas patologías periodontales.
De hecho, estudios han demostrado que el incremento de patógenos periodontales durante el embarazo, sumado a una higiene oral deficiente y al consumo elevado de carbohidratos, puede aumentar notablemente el riesgo de enfermedades orales.
Además, la dieta durante el embarazo, marcada por un incremento en el consumo de alimentos cariogénicos debido a los antojos, junto con episodios de náuseas y vómitos, puede empeorar la erosión dental y el desarrollo de caries.
La importancia de la salud bucodental durante el embarazo no se limita únicamente a la madre, sino que también puede tener repercusiones en la salud del bebé. Las alteraciones en la microbiota oral pueden influir en el riesgo de partos prematuros, bajo peso al nacer y preeclampsia.
Por esta razón, es fundamental mantener una buena higiene oral durante el embarazo, adoptando una técnica de cepillado adecuada, utilizando cepillos interdentales, controlando la dieta y asistiendo regularmente a controles dentales periódicos.
Si quiere conocer más sobre cómo afecta el embarazo a su salud dental o la salud de su bebé, puede leer esta guía que confeccionamos para este blog.
En muchos casos, es posible que no se noten cambios notables en la salud bucal debido a las hormonas. Sin embargo, la menopausia puede provocar cambios físicos relacionados con la salud bucal, ya que se produce una disminución en la producción de estrógeno, lo que contribuye a la sequedad bucal, sensación de ardor, alteración de las sensaciones gustativas y disminución del flujo de saliva.
Las mujeres que toman anticonceptivos orales que contienen progesterona pueden experimentar inflamación de los tejidos de las encías debido a la mayor respuesta negativa de su organismo a las toxinas producidas por las bacterias de la placa.
La inflamación crónica de las encías puede provocar la destrucción progresiva de los tejidos blandos y los huesos, lo que supone un problema en la salud oral de la mujer.
Sin embargo, las nuevas píldoras anticonceptivas tienen concentraciones más bajas de hormonas, lo que reduce la probabilidad de inflamación de los tejidos de las encías.
Además de cepillarse los dientes al menos dos veces al día y usar hilo dental diariamente, es importante adoptar una técnica de cepillado adecuada. Esto implica cepillar todas las superficies de los dientes, incluidas las superficies internas y posteriores, así como la lengua y el paladar.
Utilizar un cepillo de dientes de cerdas suaves y cambiarlo cada tres meses también es esencial para una limpieza eficaz.
Las mujeres deben ser proactivas en la prevención de problemas bucales. Esto incluye evitar el consumo excesivo de azúcar y alimentos altamente procesados, que pueden contribuir a la formación de caries y al deterioro de las encías.
Consumir una dieta rica en frutas, verduras, proteínas magras y productos lácteos puede fortalecer los dientes y las encías.
El estrés puede desencadenar o empeorar problemas de salud bucal, como el bruxismo (apretar o rechinar los dientes). Se deben aprender técnicas de manejo del estrés, como la meditación, el yoga o la respiración profunda, para reducir su impacto en la salud bucal.
Además de los controles dentales periódicos, es fundamental que se consulte a un dentista si experimenta cualquier síntoma preocupante, como sangrado de encías, sensibilidad dental, mal aliento persistente o cambios en la apariencia de los dientes o las encías. Cuanto antes se detecten y traten los problemas, mejor será el resultado.
Las mujeres deben buscar educación sobre salud bucal a lo largo de sus vidas. Esto puede implicar participar en programas de educación sobre salud bucal en la comunidad, buscar recursos en línea fiables o hablar con el dentista sobre cualquier inquietud o pregunta que se tenga sobre la salud bucal.
Durante el embarazo, las mujeres deben prestar especial atención a su salud bucal debido a los cambios hormonales que pueden aumentar el riesgo de enfermedades de las encías. Además de mantener una buena higiene oral, es importante que las mujeres embarazadas se comuniquen con su obstetra y dentista para asegurarse de que están recibiendo la atención adecuada y segura para su salud y la de su bebé.
Si una mujer experimenta inflamación de las encías debido al uso de anticonceptivos orales, puede hablar con su médico sobre otras opciones que puedan tener menos impacto en su salud bucal.
En conclusión, los cambios hormonales a lo largo de la vida de la mujer tienen un impacto notable en su salud bucodental. La prevención y el tratamiento oportuno no solo mejorarán la calidad de vida de las mujeres sino que también contribuirán a la salud de las futuras generaciones.
Distintos estudios han podido demostrar que los cambios hormonales que se producen en la mujer pueden afectar a la salud bucodental y de un modo más significativo a los problemas periodontales.
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